Un viaje lúdico e informativo realiza el “Sismóvil” por diversos municipios del Estado de México, con el fin de difundir, mediar y vincular a las poblaciones cuyos inmuebles históricos fueron afectadas por el sismo del 19 de septiembre de 2017, con las labores que la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) llevan a cabo para la recuperación del patrimonio cultural dañado.
Se trata de una camioneta rotulada con la imagen de la Oficina de Sismos creada por el instituto, a través de la cual también se traslada al personal con el mobiliario y los materiales necesarios para realizar actividades itinerantes, y que forman parte del programa “INAH en movimiento”, puesto en marcha por la sede estatal de la institución.
Mantener una estrecha comunicación entre las comunidades durante y posterior al trabajo de recuperación de los monumentos dañados por el fenómeno natural, con miras a recuperar el legado patrimonial, es la misión de los tripulantes del vehículo que visita diversas poblaciones mexiquenses.
Hasta el momento, en su recorrido el “Sismóvil” ha asistido a las comunidades de San Simonito, en Tenancingo; la cabecera municipal de Malinalco y San Sebastián Chimalpa, en el municipio de Los Reyes La Paz; así como los municipios de Tonatico y Ecatzingo, donde ha atendido a poco más de 200 personas por sesión lúdico-informativa.
Al llegar a las poblaciones afectadas, los especialistas del Centro INAH Estado de México, por medio de gráficas e imágenes fotográficas, realizan una breve exposición con información general de los trabajos de restauración que se realizan en sus inmuebles afectados por el movimiento telúrico. La explicación es complementada con la impartición de diversos talleres y actividades lúdicas.
El despliegue informativo incluye datos de la ubicación en un mapa de los inmuebles dañados en los municipios mexiquenses, así como los procesos de restauración hechos en bienes muebles e inmuebles por destino, además de los avances en la recuperación del patrimonio dañado en las poblaciones visitadas.
Los talleres que el “Sismóvil” imparte son: “Restaurando ando”, donde los participantes —principalmente niños— organizados en equipos, tras romper una vasija de barro realizan un ejercicio donde conocen los procesos de restauración y reintegración de piezas con materiales convencionales.
En uno de los equipos participantes se integra un restaurador que guía esta labor, con la finalidad de mostrar la importancia que tiene la participación de los profesionales en la conservación y restauración del patrimonio cultural.
En el taller “Trazando mi patrimonio”, por medio de la aplicación SW Maps —programa basado en Android para recopilar, presentar y compartir información geográfica, sin conexión a internet— se realiza una cartografía social que permite señalar los daños en el inmueble que se visita. En tanto, en la actividad denominada “Cartografía participativa”, dirigido principalmente a niños y jóvenes, se busca que identifiquen de manera colectiva el patrimonio cultural de su comunidad.
Asimismo, en “La historia de doña Lourdes”, a través de la narración de una historia cómica, se envía un mensaje sobre la conservación y revalorización de los bienes culturales, mediante una analogía entre el personaje principal del relato y el legado patrimonial. Mientras que en la titulada “La madeja”, su finalidad es formar una red de confianza entre los propios pobladores, que puede ser aplicada en acciones de la comunidad para la protección y conservación de su patrimonio cultural.
La iniciativa también cuenta con una videoteca interactiva, que consta de un pequeño espacio donde durante la jornada se proyectan cápsulas, videos y documentales sobre los trabajos de reconstrucción y restauración de inmuebles afectados por el S19 en la entidad y otros estados del país, material digital realizado por diferentes instancias del INAH.
Este viaje incluye la participación de cuentacuentos del Programa de Salas de Lectura de la Secretaria de Cultura estatal, quienes amenizan las actividades con historias dirigidas a los niños.
Por Elsa Godoy
Información y fotos cortesía INAH