En julio se realizará la máxima fiesta de los oaxaqueños: La Guelaguetza 2013

Como ya es tradición, los dos últimos lunes del mes de julio, que este año son el 22 y 29 de julio, en el Auditorio Guelaguetza de la Ciudad de Oaxaca se realizará con dos presentaciones, una a las 10 de la mañana y la otra a las 5 de la tarde, la máxima celebración de los oaxaqueños  la «Fiesta de los Lunes del Cerro».

De esta forma, Oaxaca se llena una vez más de danzas, cantos, vestidos y costumbres que confirman el gran mosaico étnico y cultural que tiene en cada rincón de sus tierras y de su gente, grandeza que es reconocida y admirada a nivel internacional.

Según los historiadores, esta fiesta tiene su origen en la época colonial y está relacionada con la llamada fiesta de Corpus de la Iglesia del Carmen Alto, templo que las Carmelitas construyeron en las faldas de un cerro al que los zapotecas habían llamado de la Bella Vista y que se celebraba el domingo siguiente al 16 de julio y se repetía ocho días después en la llamada «octava».

A estas festividades, pronto se agregó el entusiasmo de los indígenas residentes en los pueblos que circundaban la ciudad, particularmente los de «Guaxaca», que era la capital del Marquesado del Valle concedido a Hernán Cortés por el rey de España, y el Xochimilco, que había sido fundado en 1521, por órdenes del propio Hernán Cortés, al norte de la mencionada ciudad. Ellos, mantenían sus propias tradiciones, según las cuales, celebraban una festividad dedicada a Centéotl, diosa del maíz tierno o elote, a quien hacían grandes honores y ofrendas.

La inevitable interrelación entre los grupos y el empeño de los evangelizadores para hacer aceptable la imposición de los ritos católicos, hizo posible el fomento de un culto en el que se incorporaron elementos de la tradición indígena, haciendo más festivos y espectaculares los actos litúrgicos externos, desde el momento en que indios, negros y españoles empezaron a convivir más intensamente.

En el marco de estas festividades se inscriben las actuales «Fiestas de los Lunes del Cerro», en los que ahora destaca el espectáculo de música danza, bailes y cantos llamados Guelaguetza, palabra zapoteca que denota el acto de participar cooperando.

Los bailes y danzas de la Guelaguetza son representativos de las ocho regiones tradicionales: Los Valles Centrales, La Sierra Juárez (Norte), La Cañada, Tuxtepec, La Mixteca, La Costa, La Sierra Sur y el Istmo de Tehuantepec.

Cada delegación presenta una muestra de su patrimonio cultural a través de bailes que ejecutan al son de la música y los cantos que les son propios, vistiendo indumentaria de gala de sus respectivos pueblos. Al terminar, cada grupo distribuye entre el público su «Guelaguetza» compuesta por objetos característicos de sus respectivas regiones.

Recientemente se han agregado a estas fiestas otros espectáculos folklóricos para esparcimiento popular, tales como el desfile de las delegaciones organizado a la manera de la Calenda tradicional y que se lleva a cabo el sábado anterior al primer lunes.

Al día siguiente que es domingo, se realiza en la Plaza Central la elección de la representante de la Diosa Centéotl que presidirá las fiestas. En este acto contiende una aspirante de cada delegación. En este certamen no se busca elegir a la más bella o a la más suntuosamente ataviada, sino a la más representativa y conocedora de la tradición de su pueblo.

Por las noches ese mismo día se realiza el Bani Stui Gulal, puesta en escena se realiza desde julio de 1969, como una representación de la historia de los Lunes del Cerro en sus diferentes épocas.

El lunes a las cinco de la mañana, los «chirimeteros» de los Valles Centrales, tocan las «mañanitas» al cerro, con silbatos, tambores y chirimías, mientras la gente empieza a llegar al cerro, en donde toman un suculento almuerzo oaxaqueño, antes de entrar al auditorio en el que la marimba y los chirimeteros ofrecen una audición a los asistentes. A las diez de la mañana da inicio la Guelaguetza.

Por la tarde, en el mismo auditorio tiene lugar la presentación de la leyenda de la Princesa Donají, hija del rey zapoteca Cosijoezay de la princesa Coyolicatzin.

Entre el primer lunes y su octava tienen lugar diversas actividades tales como muestras gastronómicas y artesanales y representaciones costumbristas de las más diversas comunidades del estado, así como exposiciones, conciertos y otra serie de eventos de trascendencia cultural organizada por las instituciones que difunden la cultura de Oaxaca en todas sus manifestaciones.

Así que lo sabes, si quieres conocer un poco más de la historia y tradiciones oaxaqueñas no dejes de vivir y gozar las fiestas de los Lunes del Cerro, te aseguo que no te arrepentirás. Para más información visita: www.oaxaca.travel

Por Bárbara Amador

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