Calamaro y el formidable pianista Germán Wiedemer se instalaron en unas oficinas en los estudios Romaphonic (en Buenos Aires) para establecer unas mínimas pautas de repertorio, grabarse y darle formas a un conjunto de canciones para interpretar en directo.
Ya con Calamaro en Madrid, una noche le llegó el enlace para escucharlo, y le resultó interesante en la espontaneidad y la pureza de una grabación lejos de los elementos actuales de una grabación habitual. Algo en el sonido de estas grabaciones recuerda a las grabaciones de jazz realizadas en la década de los años cincuenta, cuando los músicos se reunían una tarde (probablemente una noche), acordaban un repertorio y grabarlo con las prestaciones de la época.
Andrés y Germán eligieron canciones habituales del repertorio eléctrico para adaptar a una forma dinámica distinta y despojada, asimismo reinterpretaron repertorio que consideraron importante y valioso por sus cualidades poéticas o armónicas, recuperando (en algunos casos) repertorio que -en anteriores ocasiones- Calamaro hubiera interpretado ya sea en grabaciones -o en directo- con artistas de la categoría de Hugo Fattoruso o Litto Nebbia, además de las lecturas de canciones del repertorio propio del artista/interprete.
En su calidad de grabación “accidental” las sesiones de Romaphonic se presentan y se ofrecen dentro de la colección de Grabaciones Encontradas que encuentra así una continuidad después del volumen 1 y 2 publicados el siglo pasado.
Este disco se presentará en vivo en España a partir de Mayo en una gira que recorrerá los mejores teatros y auditorios.
Por Elsa Macías