México es una espectacular mezcla de colores, sabores y texturas; las manos de nuestro país son mágicas, ya que hacen obras de arte con los elementos más sui-generis, por lo que, en el marco de la celebración del Día del Artesano, el próximo 19 de marzo te invitamos a reflexionar sobre una realidad muy cotidiana en cuanto a las artesanías mexicanas: el regateo.
A pesar de que en México valoramos, respetamos y festejamos las obras de arte que son creadas aquí, el regateo es un problema grave que afecta a diversos sectores de producción artesanal, quienes perciben ingresos menores a un salario mínimo en dichas actividades.
Probablemente pensemos que regatear es un ganar-ganar para todos, ya que los artesanos venden sus productos y nosotros los obtenemos a un “mejor precio”, pero esta práctica, que implica regatear desde 10 pesos hasta la mitad del valor del producto, hace que los artesanos pierdan entre el 40% y el 50% de sus ganancias, ya que, al ceder al regateo, terminan vendiendo sus artesanías al costo total de los materiales que utilizaron para su producción.
Las entidades federativas que concentran mayor cantidad de trabajadores artesanos son Estado de México (120,348), Tamaulipas (106,722), Jalisco (106,163), Guanajuato (103,760) y Nuevo León (79,020), mientras que los lugares en los que se concentra más la práctica del regateo son Puebla, Ciudad de México, Guanajuato e Hidalgo.
Los artesanos consideran que los extranjeros son quienes les dan un valor justo a sus artesanías, mientras que los productos más regateados son los que necesitan de más tiempo para su elaboración como los bordados, artículos con preparación de fibras e hilados, bejuco, vara, palma, carrizo y mimbre.
Por eso te exhortamos a que le des el justo valor a los artesanos y sus maravillosas obras de arte que sin duda son un gran legado para las futuras generaciones, además de contribuir en gran medida a la identidad cultural de nuestro bello México.
Por Bárbara Amador