Con el paso del tiempo la piel se oxida y va perdiendo su capacidad de producir proteínas como el colágeno y la elastina que dan firmeza. El consumo diario de leche en las proporciones adecuadas ayuda a cuidarla, protegerla y a prevenir el envejecimiento prematuro por su alto contenido de proteínas y vitaminas A, B, D y E.
La piel es el órgano más grande y uno de los más importantes del cuerpo gracias a su función protectora y térmica, una alimentación adecuada es primordial para mantenerla hidratada y protegida de agentes externos como el calor, el frío y el aire y evitar la agresión excesiva de radicales libres.